Aaron Temkin Beck, el padre de la terapia cognitiva, murió este 1 de noviembre a los 100 años en su casa de Filadelfia. Su trabajo revolucionó el diagnóstico y tratamiento de la depresión, la ansiedad, trastornos de personalidad, entre otras afecciones psicológicas.
La noticia fue confirmada por el Instituto Beck, una organización que practica la terapia cognitivo-conductual o TCC. El enfoque desarrollado por Aaron Beck en la década de 1960 en la Universidad de Pennsylvania revolucionó el campo de la psicoterapia.
La terapia cognitiva incita a los pacientes a cambiar la forma en que ven determinadas situaciones y a identificar esos «pensamientos automáticos» para superarlos. Luego los invita a probar esas creencias modificadas en la vida cotidiana. Este enfoque se convirtió en el método de terapia más practicado a nivel mundial. Se utiliza actualmente para tratar la depresión, la ansiedad, los trastornos alimentarios, los trastornos de la personalidad y otros problemas psiquiátricos.