Una pregunta que surge con frecuencia es: ¿Qué pasa cuando la terapia retira los síntomas? ¿luego que sigue? Pues es el momento perfecto para trabajar en las cosas que no estuvimos prestando atención. Establecer un proyecto de vida, trabajar sobre la personalidad, reconocer nuestra identidad y espiritualidad. Y uno de los pasos más importantes es darle dirección a nuestra vida. Aun hay mucho que aprender y mejorar.
Muchas veces cometemos el error de pensar que por que ya no nos duele, ya podemos dormir, ya no lloramos y nos sentimos mejor estamos listos para dejar el proceso psicológico. Pero esto es muchas veces solo el síntoma, es decir la forma que tiene nuestra mente de que las cosas no andan bien. Si no se termina de resolver las causas, lo más probable es que en algún momento estos inconvenientes retornen.
¿Qué debo hacer entonces? Exprésale esta inquietud a tu psicólogo y seguramente podrá ubicarte en que parte de tu proceso estás, si es posible el alta, si falta aun objetivos o incluso si puede haber una pausa. En, mi experiencia es mejor terminar el proceso y seguir acudiendo incluso si a nos sentimos bien… de este modo ya no volverán los problemas.