Los padres de niños con autismo tienen una amplia predispoción a adquirir el «síndrome del trabajador quemado» (burnout). Los padres de niños con autismo a menudo están bajo una presión aún mayor y, por lo tanto, están mucho más estresados. El papel de padre les da toda la responsabilidad a los padres y esas enfermedades les hacen sentir que no están a la altura de las circunstancias. Los padres de un niño con autismo u otros trastornos del desarrollo están a menudo más expuestos a sufrir de agotamiento. Se sienten impotentes y la falta de reciprocidad del niño aumenta su estrés. El estrés puede, a largo plazo, llevar a la extenuación y al agotamiento.
El burnout parental es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que pueden experimentar los padres de niños con trastornos del desarrollo, como el autismo. Este agotamiento puede ser crónico y afectar la capacidad de los padres para hacer las tareas diarias.
Las familias monoparentales son aún más vulnerables. Cuando una pareja colapsa, los padres de repente se encuentran solos. Deben entonces ocuparse de la crianza de los niños, pero también de la casa y de las compras. Se plantean muchas preguntas porque tienen que tomar todas las decisiones sin poder discutirlas con la pareja.
Algunas causas del burnout parental son:
La presión de ser padres de un niño con autismo
La sensación de impotencia
La falta de reciprocidad del niño
El desequilibrio entre las exigencias de la crianza y los recursos disponibles
Una revisión sistemática concluye que el síndrome de burnout parental es un problema importante que afecta a los niños, las familias y la sociedad, así como a la propia calidad de vida de los padres. Este estudio resume la evidencia de que los factores individuales, interpersonales, organizacionales o comunitarios y sociales/políticas o culturales de los padres de los niños están asociados con el síndrome de burnout parental. Recomiendan se implementen urgentemente medidas de intervención que alivien el agotación parental entre los padres con hijos mediante el ajuste de estos factores modificables.
Los padres de niños con autismo tienen una amplia predispoción a adquirir el «síndrome del trabajador quemado» (burnout). Si eres un padre de un niño con TEA recuerda que el autocuidado es importante y que siempre es importante un acompañamiento profesional con estos procesos.
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