A continuación una pequeña guía sobre como motivar y apoyar el cambio en los demás. ¿Tu amigo/pareja/familiar quiere hacer un cambio en su conducta? ¿Un cambio que ves como positivo o de hecho te morías porque por fin lo hiciera?

¡Es tiempo de impulsar ese cambio! .

No permitan que la falta de información hunda el barco antes de que zarpe. Cuando las personas decidimos hacer algún cambio, queremos mejorar en algo o dejar algún habito que era desagradable para uno mismo y otros, en ocasiones nos encontramos con respuestas como:

“¡Ya era hora!”

“Oye pero esta cabron, ¿para que lo intentas?”

“El idiota por fin toma una buena decisión”

Esto lo que hace es eliminar toda la motivación e intención que podía haber de realizar dicho cambio. La persona de por si hará algo que no quiere del todo, pero sabe que es lo mejor, sin embargo no hay tanto deseo o motivación en todo momento, quizá tiene miedo, frustración… ¿y sobre eso le ponemos estos comentarios? – Hundimos el barco antes de zarpar

Por otro lado, pensemos que le felicitan y el barco ha zarpado. En ocasiones con buena intención le decimos a la persona cuando lo hace mal, cuando no le sale, le hacemos ver sus errores, en ocasiones para que mejore y en otras por desesperación. Esto puede acabar hundiendo el barco en medio del agua.

Si uno esta haciendo algo que le cuesta trabajo y por intentarlo recibe únicamente criticas y muestras que de no hace las cosas bien, ¿Qué ganas quedan?

Tiene sentido que frente a esto la persona deje de practicar y vuelva a la conducta de siempre

“¿Qué debo hacer entonces?” – Podrías estarte preguntando
Lo que debes hacer, o pedir en caso de que seas la persona que hará el cambio, es felicitar e incentivar el cambio en todo momento. Pensemos primero cuando el barco va a zarpar, podemos decir cosas como:

“¡Buenísimo! Has tomado una buena decisión, aunque pueda ser difícil, tienes mi apoyo”

“Esta muy bueno lo que has decidió, diste un primer paso muy importante”

“Cuentas con nuestro apoyo”

Vamos a motivar y a incentivar que inicie la travesía mostrando apoyo y felicitando la decisión.
Una ves que la persona ha zarpado el barco y esta practicando sus nuevas conductas, debemos felicitar toda aproximación a la conducta final.

Por ejemplo, si la persona esta buscando lavar los platos para ayudar en casa, quizá los deje algo sucios, acomode de formas diferentes los platos, cometa errores, puede que hasta dañe alguno. Esto es normal, nadie nace sabiendo nada, ni siquiera caminar, siempre debemos ver como algo normal el cometer errores mientras aprendemos a hacer algo.

Esta etapa puede ser frustrante para todos, la persona que hace el cambio se enfrenta a los errores y la emoción que eso conlleva, mientras que la gente alrededor se enfrenta a las consecuencias de dichos errores, sin embargo, aquí el trabajo es continuar, cada uno en su buque, la persona del cambio en seguir practicando y la gente alrededor en seguir impulsándolo, felicitándolo y ayudándolo, y así motivar y apoyar el cambio en los demás.

“Oye lo estas haciendo muy bien, aunque veo que se te ha olvidado hacerlo ayer, podría recordártelo si gustas”

“Sabes, vi que estabas a punto de irte, pero regresaste a lavar los trastes, lo hiciste muy bien, gracias por recordarlo”

“Hey, ya llevas cuatro días seguidos lavando, vas genial. Vi unas manchas en algunos platos, te enseño a como quitarlas ¿va?”

“Vi que la otra ves te sentiste mal cuando te comenté sobre las manchas, vas muy bien pero hay que lavarlos bien eventualmente, ¿te parece si vemos una forma en que pueda recordártelo y tu no se sientas tan mal? Podemos buscar una forma juntos para que estes más cómodo y también quites las manchas”

Como ves, aunque haya errores felicitamos y señalamos lo que ha hecho bien la persona, tras esto se da la retroalimentación de las áreas a mejorar.

Al inicio incluso podemos decirle “no hay problema, yo quito las manchas, por ahora céntrate en hacerte el habito de lavar todos los días”, apoyamos paso a paso, sea con felicitación, recordando, llegando a acuerdos o incluso haciendo parte del trabajo para luego irlo soltando gradualmente. Igual que enseñar a andar en bicicleta.

Y si, esto no es tu obligación en lo más mínimo, pero si el cambio te interesa entonces te conviene hacerlo, y así motivar y apoyar el cambio en los demás.

Recuerda, no hundas el barco antes de zarpar, en el mar apoya a la persona a navegarlo e impulso a seguir y así juntos llegaran al siguiente puerto.
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